Igualdad de género en las organizaciones: Una realidad compleja

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Hablar de igualdad parece un tema sencillo, todos estamos conscientes de que se debe ofrecer un trato, sin discriminación alguna, en todo momento y en todo lugar. Sin embargo, cuando hablamos de igualdad de género en las organizaciones, la realidad es bastante compleja.

Es muy frecuente en las empresas conseguir una nómina donde la mayoría de los cargos ejecutivos y de otros niveles de liderazgo son ocupados por hombres. Hay espacios laborales donde se prefiere a un hombre o a una mujer para ciertas actividades, asociando las tareas a roles de género culturalmente asignados.

Aún subsiste la idea de que la mujer está destinada a las labores del hogar, dejando de lado las capacidades, habilidades y demás competencias que poseen, recibiendo un trato desigual sólo por ser mujer.

Incluso se prefiere a una mujer en algunas áreas, especialmente en aquellas que requieren interactuar con el público o clientes, considerando sus atributos físicos por encima de su formación académica o competencias laborales, en una clara cosificación del género.

Por último, aún hay organizaciones en las que, en algunas sociedades particulares, la mujer tiene ingresos inferiores a los hombres, aun cuando ejercen las mismas funciones, los mismos cargos y tienen la misma formación académica.

Igualdad de género: ¿Cómo alcanzar una sociedad más igualitaria?

La igualdad de género es la eliminación de las desigualdades y las discriminaciones basadas en el género, con la finalidad de que hombres y mujeres tengan los mismos derechos, las mismas oportunidades, condiciones y responsabilidades en todos los ámbitos de la vida.

A nivel social es necesario fortalecer los siguientes aspectos:

  1. Educación: La formación en igualdad de género debe ser impartida desde edades tempranas, para fomentar una cultura de respeto y tolerancia.
  2. Acceso a recursos: Sin importar el género, se debe procurar la igualdad de acceso a recursos económicos, materiales y sociales para propiciar el desarrollo humano sin restricciones.
  3. Participación política: La toma de decisiones políticas, al igual que la participación en cargos públicos, debe ser igualitaria, para hombres y mujeres.
  4. Salud: Tanto hombres como mujeres, deben tener acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, así como atención médica en general sin discriminación alguna.
  5. Trabajo: Se debe promover la igualdad de oportunidades en el empleo, eliminando barreras de género y garantizando igualdad salarial.
  6. Violencia de género: Se requiere erradicar la violencia de género en todas sus formas, incluyendo la violencia sexual, física, el acoso, la intimidación, las burlas y humillaciones, entre otras formas de expresión de la violencia.
  7. Cambio cultural: Urge impulsar un cambio cultural que fomente la igualdad de género y elimine los estereotipos y prejuicios basados en el género.

La igualdad de género es un desafío organizacional

La igualdad de género en las organizaciones se materializa a través del ofrecimiento de condiciones y oportunidades laborales igualitarias, donde el género, masculino o femenino, no es una variable a tomar en consideración en las decisiones laborales.

Para alcanzar la igualdad de género en las organizaciones, se deben realizar cambios e impulsar transformaciones en las organizaciones para revertir el daño que causan los estereotipos, los prejuicios, los roles de género, los sesgos y demás expresiones de discriminación.

Además de acciones de alto impacto, tales como:

  • Eliminar las brechas salariales entre hombres y mujeres.
  • Ofrecer flexibilidad laboral, especialmente para las mujeres que deban atender períodos de licencia, por razones inherentes a la vida familiar.
  • Promover la diversidad, por ejemplo, contratando a personas de ambos sexos equitativamente y promoviendo el liderazgo femenino dentro de la organización.
  • Establecer políticas laborales contra el acoso sexual, la discriminación y toda forma de violación de los derechos humanos de las personas.
  • Capacitación y desarrollo continuo, para propiciar un cambio cultural a través del conocimiento.

En torno a este último punto, la formación en aquellos aspectos que son claves en la promoción de la igualdad de género en el ámbito laboral, es muy importante, ya que a través de ella se identifican los diferentes comportamientos discriminatorios, para, posteriormente, emprender un cambio, primeramente de ideas y luego un cambio de conducta. Es decir, el conocimiento es la vía para alcanzar un cambio cultural dentro de la organización, y con alcance fuera de ella.