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Innovación: competencia transversal de las organizaciones

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Cada día se entiende que no hay forma de competir, de mejorar y de garantizar la sustentabilidad si no es cambiando e innovando en todas las áreas de una empresa. La innovación no es solo de los mercadólogos o de los desarrolladores de producto. La innovación es hoy, una competencia transversal que deben mostrar todos los trabajadores de una empresa.

Hoy, en un mundo globalizado, tecnológico y basado en el capital intelectual, gestionar la innovación de forma práctica y cotidiana es el reto de todos los gestores de Capital Humano y directivos de empresas e instituciones.

La innovación es más que creatividad, es un método. Frecuentemente se piensa que basta con incorporar personas creativas para tener un trecho ganado en el camino de la innovación, sin embargo, la creatividad es una condición necesaria pero no suficiente. Se necesitan procesos, metodologías, recursos y tiempo para poder desplegar una cultura innovadora en una empresa.

La innovación se puede desarrollar desde las mejoras cotidianas de productos y servicios, llamada innovación incrementar hasta la innovación radical, que es cuando hacemos un cambio tan drástico que creamos un producto o servicio totalmente nuevo.

Precondiciones para innovar Las empresas deben tener tres precondiciones: tiempo para innovar, significa destinar tiempo para pensar y para probar cosas. Es imposible emprender la innovación si estamos agobiados con el cumplimiento cotidiano del presupuesto y de las obligaciones rutinarias de gestión.

La segunda precondición es nuevas conversaciones, lo que significa lograr la interacción de personas de diferentes profesiones, edades, y experiencias de manera de amplificar la creatividad e incorporar ideas de otros ámbitos.

La tercera precondición es conectar ideas desde otras industrias, es preguntarse qué cosas puedo aplicar de la industria del entretenimiento al negocio de la salud, o por ejemplo que “buena prácticas” puedo incorporar del negocio del consumo masivo al sector del turismo. Esa polinización cruzada de ideas y de tecnologías, generan normalmente importantes innovaciones que se llevan de un sector industrial a otro.

La innovación requiere talento y pasión

Las empresas para impulsar la innovación requieren personas con talento, creatividad, ganas de aprender y ensayar. Pero fundamentalmente se requiere pasión por lo que se hace. Ya es un paradigma del éxito decir, que para lograr resultados extraordinarios se requiere de pasión en lo que se hace.

La innovación es una competencia que se puede aprender. De la misma manera que aprendemos a mejorar nuestra comunicación, podemos aprender a mejorar nuestras competencias de innovación, que tiene comportamientos como la curiosidad, la perseverancia, el pensar estratégicamente, la resiliencia y la anticipación a las oportunidades del mercado.

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